Azi Wolfenson
Hacía tiempo que no escribía esta columna, pero creo que las circunstancias actuales lo ameritan. Enterado con sumo beneplácito de la designación de Julio César Uribe como Director Técnico de nuestra selección de fútbol me motiva a escribir esta nota.
Creo que la decisión de la Comisión Mundialista ha sido acertada. Sabemos que se han barajado diferentes nombres tanto de candidatos extranjeros como nacionales. Coincido con Teófilo Cubillas quien hace pocos dias destacaba que debía elegirse a alguien que conozca muy bien el ambiente local ya que los plazos corrían y ya estábamos en desventaja en relación a nuestros próximos rivales. Era prácticamente un llamado para elegir entre los entrenadores nacionales. Estuve siempre en el convencimienrto de que teníamos técnicos nacionales capaces para afrontar los compromisos. I por supuesto uno de los candidatos mas acreditados era precisamente Julio César Uribe.
Encuentro fuera de lugar lo que leía hoy en un diario que señalaba que Uribe volvía después de su sonado fracaso. ¿A que fracaso se refiere? Al tener la valentía suficiente como para dirigir a una selección a la que Maturana había ya conducido a su eliminación. Por favor. Es el momento de alentar a la selección y no de tirarle piedras no se con cual intención. Ya se que todos y cada uno de los aficionados somos directores técnicos y tenemos nuestros propios candidatos. Pero una vez tomada la decisión es hora de sumar y no de restar.
Las primeras palabras de Julio César han sido reconocer que el trabajo que le espera es duro y ofreció carácter, profesionalismo y dar la vida para conseguir clasificar al próximo mundial. Si analizamos la personalidad de Uribe confirmaremos que su promesa la va a cumplir y a su tarea sumará disciplina, calidad de juego y entrega total. El buen fútbol que él mismo nos brindara en su época de jugador y en el cual él cree serán las características del equipo. I debemos respaldar a quien lo dió todo en cada equipo que jugó y sobre todo cuando lo hizo por la selección.
Pero hay una característica que quiero destacar de Julio César Uribe que es parte de su personalidad y manera de ser. Julio César Uribe es todo un SEÑOR, así con mayúscula. Forma parte del grupo selecto de ese numeroso conjunto de futbolistas peruanos de conducta intachable como el “Nene” Cubillas y Hector Chumpitaz sólo por citar a los ejemplos mas recientes. Si sigo tendría una lista muy amplia, para orgullo de nuestro país. Podría añadir muchos nombres de futbolistas peruanos que se portan caballerosamente dentro y fuera de la cancha y son verdadero ejemplo para nuestra juventud como es el caso de los citados. Por supuesto también hay de los otros, pero de ellos no vale la pena ocuparnos porque serían el ejemplo a no seguir.
Por todo lo anterior y por mucho mas que se queda en el tintero me alegra personalmente tu nombramiento y mi estimado Julio César te deseo mucha suerte, que en esta vida también es necesaria, y confio en que este proceso que se considera a largo plazo será el inicio de futuras satisfacciones para todos los peruanos que amamos el deporte mas hermoso del mundo, el fútbol.
Azi Wolfenson Ulanowski 